Si trabajas con líquidos de manera frecuente, sabes que los derrames pueden ocurrir en cualquier momento y lugar, ya sea que estés en un almacén industrial o en un laboratorio. Por lo mismo, las tarimas antiderrames pueden contener estos accidentes, proteger a los trabajadores y su entorno, especialmente si son líquidos peligrosos, y lo mejor es que no son complicadas de usar, aquí te explicamos cómo hacerlo y disfrutar de sus beneficios.
¿Cuáles son las partes de una tarima antiderrame?
Primero debes conocer cuáles son las partes que conforman una tarima, para que puedas identificar su función y propósito de cada una. Las tarimas están diseñadas con una estructura que contiene los líquidos en caso de derrame, dicha estructura se conforma con una base que recoge el líquido derramado y es compatible a muchos tipos de sustancias. Y una rejilla, que es la superficie elevada en la que se sostienen los contenedores, esta puede ser removida para facilitar la limpieza, algunas tarimas pueden poseer un tapón lateral en dónde se puede realizar el vaciado.


Cómo usar tarimas antiderrames
Elige tu tarima
Las tarimas antiderrames son muy fáciles de utilizar, para ello debes elegir los materiales que sean compatibles con las sustancias químicas que almacenas, generalmente el polietileno o acero, es muy resistente a muchos químicos. Una vez elegida tu tarima, debes colocarla en una superficie lisa y bien nivelada, si se encuentra en un lugar irregular, puede ser más fácil que se produzca algún derrame, especialmente si alrededor hay mucho movimiento.
Aprende a usarlas
Cuando está listo el sitio en el que estarán estas tarimas, es importante que estén bien señalizadas, es decir, que los trabajadores conozcan su ubicación y cómo usarlas de forma segura. Las tarimas pueden soportar cierta cantidad de peso, qué sería básicamente lo que pesan tus contenedores llenos, también tienen una capacidad de contención limitada, qué va acorde a lo que puede soportar.
Existen tarimas para dos tambos o cuatro, cuándo los coloques encima asegúrate qué el peso este bien distribuido, así no podrán volcarse. La tarima debe poder contener el 25% del volumen total de todos los contenedores.


Adapta las tarimas
Las tarimas requieren de una inspección regular, para poder detectar si hay signos de desgaste, daño o corrosión, si existe algún daño en ellas considera que es posible qué puedan tener fugas. Las tarimas cuentan con las rejillas extraíbles, pero también existen cubiertas y otros accesorios que pueden proteger a los contenedores de la contaminación o del clima.
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